Ansiedad e 'insilio'
Entrevista de Ivonne Guzman a Lobsang Espinoza, tomada el 10-4-17 de aquí (ver completa).
La palabra no existe en el diccionario, pero los estudiosos del comportamiento humano la
conocen muy bien; y aunque la Academia no la reconozca la idea y el estado que representa,
seguro han sido conocidos por todos en algún momento y en cualquier ámbito de la vida;
quizá ahora mismo, ante la inconformidad con la realidad exterior. El insilio es lo contrario al
exilio; es decir, una forma de irse sin moverse del sitio físico, o de quedarse sin en realidad
estar. Es el encierro/destierro dentro de uno mismo. De este concepto habla Lobsang
Espinoza, desde su experiencia con el lenguaje y la psicoterapia. ¿Cuáles son las
circunstancias que comúnmente motivan el insilio? Veamos el insilio como una circunstancia
netamente existencial, porque se va para adentro. Entonces, una de las características
prototípicas del insilio es la ansiedad, una sensación muy fuerte de angustia por el futuro. Al
no haber un futuro “cierto”, al no haber un camino, uno decide caminar hacia adentro. Y en
muchos aspectos el caminar hacia adentro puede hacer que te pierdas, porque es necesario
metafóricamente perderse para volver a encontrarse. Pienso que es una cuestión que va
profundamente marcada por una sensación de pérdida de sentido, de pérdida del camino
lineal y que termina en un camino circular, en espiral.
¿Podría esto volverse una situación permanente o siempre se vuelve a encontrar la salida
del insilio?
Filosóficamente los hindúes dicen algo que es muy profundo: “En la vida, todo pasa”.
Entonces quizá sea un reencuentro con algo, un camino alterno. Cuando uno se siente exiliado
hacia adentro, en el insilio, sí hay una especie de esquizofrenia y una necesaria división de la
persona para poder encontrar el sentido de su vida. Ya... Porque uno entra en un insilio el
momento en que no se conoce a sí mismo, porque se deja llevar hacia allá por las
circunstancias de afuera.
El exilio siempre
tiene carácter político, el insilio no es necesariamente así, pero puede ser, ¿no?
Claro, si lo
vemos desde una perspectiva metafórica nosotros tenemos nuestra propia república. Somos
la república de Lobsang o la república de Ivonne. Si tienes un cuarto, una casa, una ciudad,
un país que te acoge, pero para adentro no sabes cuáles son tus límites, es importante
conocer las propias repúblicas internas, que vendrían a ser nuestras emociones, nuestros
pensamientos y nuestras conductas.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:https://www.elcomercio.com/tendencias/insilio-nace-ansiedad-sociedad-opinion.html https://www.elcomercio.com/tendencias/insilio-nace-ansiedad-sociedad-opinion.html
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