Meditación y efectos secundarios...

Por Jorge Alcalde, extraído el 28-5-17.
El estudio ahora publicado ha querido poner el foco, sobre todo, en los efectos menos agradables de la meditación, porque son precisamente los que menos se han estudiado.

En realidad, no pretende identificar epidemiológicamente si estos efectos son más o menos comunes, pero sí determinar que existen y tratar de reconocerlos o de interpretarlos.

Aunque han pasado inadvertidos para la ciencia, estos efectos menos deseables son de un amplio espectro y van desde la incapacidad para relajarse durante la meditación hasta ciertos dolores o sensaciones desagradables.

Los monjes tibetanos ya eran conscientes de que durante un acto de meditación no todo sale bien siempre. Conocen como nyams a la experiencias espirituales que se producen durante el acto. Y saben que no todas son sencillas de sobrellevar.
Por ejemplo, las experiencias llamadas maky son más molestas y obstaculizan la correcta meditación.
Para saber más sobre este tema, los autores del estudio han entrevistado a 100 profesores de meditación y otros tantos alumnos en las tres grandes tradiciones del ejercicio: Theravada, Zen y Tibetana.
Además, se utilizaron los sistemas de valoración que la FDA (la agencia americana del medicamento) usa para catalogar a los fármacos, de manera que se pudiera establecer una contabilidad objetiva de los riesgos y beneficios del acto de meditar.
De ese modo, se llegó a establecer un catálogo de 59 experiencias diferentes que se generan al meditar. Se dividieron en siete categorías: congnitivas, perceptivas, afectivas, somáticas, volitivas (que llevan a la acción o motivan una respuesta), autoconscientes y sociales.
En todas las categorías se han detectado efectos positivos y negativos. Pero los autores han querido resaltar los segundos. Por ejemplo, a nivel perceptual algunos individuos aseguran experimentar hipersensibilidad a la luz y al sonido. En el área somática se han encontrado casos de insomnio o ciertos movimientos involuntarios de los músculos.

Otros efectos secundarios pueden ser el aumento de la sensación de miedo, la ansiedad, el pánico o, justo lo contrario, la falta de emociones de este tipo.

Algunas emociones fueron catalogadas como muy positivas, como la sensación de contacto y unidad con el prójimo. Pero incluso estas en ocasiones se tornaron indeseadas. Cuando se experimentan con demasiada viveza se vuelven desagradables y difíciles de controlar.
El estudio establece que es necesario seguir investigando en la infinidad de factores que pueden repercutir en que la experiencia meditadora sea positiva o produzca una serie de efectos secundarios desagradables y, en ocasiones, preocupantes. Si la técnica sigue en auge, habrá que vigilar cómo nos afecta.

Leer más:  Los efectos secundarios de la meditación  http://www.larazon.es/sociedad/ciencia/los-efectos-secundarios-de-la-meditacion-LE15228113?sky=Sky-Mayo-2017#Ttt1Bch8x0J7DMSH



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