Meditación y mindfulness
EFE/Javier Tovar. Artículo completo aquí.
La meditación es un nombre general que engloba muy diversas técnicas: se pueden usar visualizaciones, la mente analítica, procesos de pensamiento positivo, y trabajos de estabilización mental o indagación sobre los procesos de la conciencia. El mindfulness o atención plena es un tipo de meditación.
“Los lamas, al llegar a Occidente hace muchos años, comentaban que les era mucho más fácil entenderse con los psicólogos que con los sacerdotes, porque los psicólogos se acercaban al conocimiento del individuo a través del estudio de las emociones, de cómo funciona la mente, de los estados de conciencia y demás, que son también el campo de exploración de la tradición budista”, se aclara en estos documentos. “No obstante, aunque ambas disciplinas exploran el mismo campo, la finalidad del budismo es que la persona descubra su naturaleza esencial, despierta o búdica, que está ahí desde el principio”, se añade.
La meditación es un nombre general que engloba muy diversas técnicas: se pueden usar visualizaciones, la mente analítica, procesos de pensamiento positivo, y trabajos de estabilización mental o indagación sobre los procesos de la conciencia. El mindfulness o atención plena es un tipo de meditación.
“Los lamas, al llegar a Occidente hace muchos años, comentaban que les era mucho más fácil entenderse con los psicólogos que con los sacerdotes, porque los psicólogos se acercaban al conocimiento del individuo a través del estudio de las emociones, de cómo funciona la mente, de los estados de conciencia y demás, que son también el campo de exploración de la tradición budista”, se aclara en estos documentos. “No obstante, aunque ambas disciplinas exploran el mismo campo, la finalidad del budismo es que la persona descubra su naturaleza esencial, despierta o búdica, que está ahí desde el principio”, se añade.
Lama Tashi Lhamo nos explica los fundamentos de la meditación y sus claves, pero responde con gran interés a nuestra curiosidad por conocer la relación que tiene con el mindfulness, una práctica que en los últimos años se ha abierto paso como técnica muy popular en Occidente y que se ha situado como un vector en las escuelas de psicología.
“El mindfulness —dice Lama Tashi Lhamo— es meditación, y está tanto en el budismo como en el hinduismo. Es la primera técnica de meditación que se aprende, a la que se llama ´shamata´ en sánscrito o ´shiné´ en tibetano, y tras la que se va hacia prácticas más avanzadas. Se ha extraído del contexto espiritual y se ha acercado con un lenguaje psicológico a Occidente. Se ha hecho muy accesible porque se ha sabido presentar bien”.
Tras esta primera apreciación, entra más a fondo en su evaluación: “El asunto, para mí delicado, es que el mindfulness se entiende en algunos ámbitos de un modo únicamente materialista. En ellos se aplica la atención plena a la eficacia y a automatizar procesos. Y es triste que se popularice más para sacar un rendimiento y como un producto de consumo, que para estar al servicio del desarrollo pleno de la persona”.
Para esta lama, que valora la influencia positiva que el mindfulness está ejerciendo en la difusión de la meditación, a esta práctica “se le está pidiendo demasiado. Parece que vale para todo. Es un globo que explotará, pero está ayudando a que la gente supere los estereotipos y resistencias que tiene ante la meditación”.
“Cuando se exagera algo, luego se degrada si las expectativas son muy altas. El mindfulness está dirigido al mercado como producto de consumo. Cuidado con exagerar: una cosa es descubrir que el mindfulness puede ser estupendo, y otra pensar que es la solución para todo”, matiza. “Hay una diferencia importante entre el mindfulness que se ha extendido en Occidente y el mindfulnes de la meditación. Este último requiere una actitud altruista y busca el despertar espiritual”.
Texto extraído el 15-5-17 de aquí.
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