Inteligencia felina
Un león africano observa con atención
una caja de madera colgada: contiene un pedazo de carne cruda. Si quiere
disfrutar del bocado tendrá que tirar de la cuerda de la que pende la
caja, que está anudada al muelle de cierre de su trampilla. El propósito
de ello es poner a prueba la capacidad cognitiva de este felino
emblemático.
La hipótesis de la inteligencia social
plantea que la vida en grupo exige el dominio de competencias tales como
saber quién es amigo y enemigo, las cuales han impulsado a los animales
gregarios a desarrollar la maquinaria mental necesaria para resolver y
recordar tareas como el acertijo de la caja. En otras palabras, la
complejidad social propicia la complejidad cognitiva.
Esa idea ha sido puesta a prueba en
mamíferos como los chimpancés, los delfines y los elefantes, pero la
bióloga Natalia Borrego, de la Universidad de Kwa-Zulu-Natal, en
Sudáfrica, ha optado por los grandes felinos. "Existen muchísimas
especies estrechamente emparentadas que afrontan diversas constricciones
ecológicas y presentan sistemas sociales distintos", explica.
Borrego y su equipo sometieron al
acertijo de la cuerda a doce leones criados en cautividad en el parque
Lion Country Safari, en Florida. Once se salieron con la suya: siete por
sí solos y cuatro después de observar a otro león. Diez de ellos
recordaron la solución entre cinco y siete meses después. Los resultados
se han publicado en la revista Animal Cognition.
"Que recuerden lo que han aprendido no
es ninguna novedad", sentencia la psicóloga cognitiva de la Universidad
de Oakland Jennifer Vonk, que estudia la cognición en los osos. Lo que
sí despierta sumo interés, a su parecer, es la facilitación social, el
hecho de que algunos den con la solución cuando permanecen al lado de
otro congénere. "No siempre sabemos ver ese tipo de efectos, ni siquiera
en los primates", añade.
En un experimento de seguimiento con un
problema conceptual similar, los leones superaron a los leopardos y a
los tigres (felinos de costumbres solitarias), lo que añade más pruebas a
favor de la hipótesis de la inteligencia social. Pero Borrego reconoce
que el hábitat y la alimentación también pueden condicionar la evolución
cognitiva. "La evolución de la complejidad cognitiva es compleja de por
sí", asegura.
Fuente: scientificamerican.com / Jason G. Goldman
Encontrado aquí el 28-12-16
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