Usar la cabeza
"En la psicología budista, la mente es descrita como un sexto sentido,
que se suma a los cinco habituales (vista, oído, olfato, gusto y tacto).
Desde esta perspectiva, del mismo modo que el ojo percibe todo tipo de
formas, colores y luces, el oído toda clase de sonidos, y la nariz todos
los olores, la mente percibe todo tipo de pensamientos: grandes y
pequeños, hermosos y feos, interesantes y aburridos, sabios y ridículos,
etc. La mayoría de las personas no se identifican a sí mismas con los
colores y las formas que ven, ni con las texturas que tocan. Normalmente
no pensamos, por ejemplo: “Soy verde claro” o “soy rugoso”, cuando
vemos algo verde o tocamos algo rugoso. Pero los pensamientos, como
objetos de la mente, son un poco distintos y, quizás porque son
inmateriales e internos, somos más propensos a confundirlos por quienes
somos.
Los pensamientos de autoevaluación son particularmente seductores y convincentes. Aparecen en la mente disfrazados de verdad absoluta. Cuando aparecen pensamientos como: “No sirvo para nada”, “No soy querible”, “He defraudado a la gente” o “No tengo remedio”, enseguida nos quedamos atrapados en ellos y los separamos de otros comentarios internos como si fuesen verdades con autoridad. Aunque esto no les ocurra a todas las personas, muchos tenemos la tendencia profundamente arraigada de desestimar las fantasías y otras categorías de pensamientos como fabricaciones de la mente, y, en cambio, tomamos cualquier juicio sobre uno mismo como una verdad absoluta."
Por Margaret Cullen y Gonzalo Brito.
Extraído del fantástico blog de Gonzalo Brito, el 23-12-16.
Los pensamientos de autoevaluación son particularmente seductores y convincentes. Aparecen en la mente disfrazados de verdad absoluta. Cuando aparecen pensamientos como: “No sirvo para nada”, “No soy querible”, “He defraudado a la gente” o “No tengo remedio”, enseguida nos quedamos atrapados en ellos y los separamos de otros comentarios internos como si fuesen verdades con autoridad. Aunque esto no les ocurra a todas las personas, muchos tenemos la tendencia profundamente arraigada de desestimar las fantasías y otras categorías de pensamientos como fabricaciones de la mente, y, en cambio, tomamos cualquier juicio sobre uno mismo como una verdad absoluta."
Por Margaret Cullen y Gonzalo Brito.
Extraído del fantástico blog de Gonzalo Brito, el 23-12-16.
interesante!
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