Entrevista D. Calmanowitz-monje budista


  Extraído de clarín.com , el 4-10-17.

¿Cuáles son los fundamentos de tu enseñanza? ¿Cómo practicás la meditación o el arte contemplativo?
Existen diversos tipos de meditación. Está la concentración unidireccionada, que es una meditación de concentración y respiración que parte desde un estado bastante burdo hasta los niveles más profundos de la mente.
También hay otras prácticas que son del budismo tántrico vajrayana, es decir, del camino del diamante o vajra y son meditaciones donde además del énfasis en la respiración y concentración, se emplean visualizaciones, mudras (gestos psicofísicos con las manos) y recitación de mantras. En estas meditaciones se realiza un trabajo tendiente a equilibrar el cuerpo sutil, los chackras (que son los centros de energía sutil), así como las energías que fluyen por los canales sutiles del cuerpo. De esta forma, se obtiene un estado de mayor equilibrio energético mientras que al mismo tiempo se produce una sanación tanto en los niveles burdos como sutiles, ya que se accede a las causas energéticas de los denominados venenos mentales, que son, por ejemplo, el enfado, la envidia o la avaricia.



¿Cuáles crees que son los desafíos principales para el hombre en el mundo actual?
Yo diría que el ser humano de hoy no es muy diferente del ser humano de 100 años atrás o el del tiempo de Buda, como hace 2.500 años. Si uno ve las enseñanzas de Buda que datan de aquel entonces, se advierte que la mente de los seres de aquella época era muy similar a la mente del hombre actual, cambia el entorno del ser humano, pero su naturaleza, su psiquis y sus cuestiones son sumamente parecidas, y por ende, también lo son los desafíos, puesto que el gran desafío de cada uno es, no sufrir y ser feliz.


Y ante ello, es cierto que hoy tenemos un mundo muy rápido y volcado hacia el consumo y los placeres, existe como cierta obsesión hacia los bienes materiales y los placeres sensoriales, dado que vivimos dentro de una economía mundial que precisa fomentar esto. Propicia que la gente compre objetos materiales y lo que le genere placer sensorial, ya sea la música, la comida, el divertimento, lo que sea y fundamentalmente, la distracción, y en este aspecto, es probable que siglos atrás esta cuestión no era tan fuerte.
El otro desafío, es la cultura de violencia en la cual el hombre vive, es decir, la violencia generada por el propio ser humano. Cuando miramos la violencia, solemos tender a señalar al mundo como violento, o a la sociedad o a determinada persona y nos olvidamos que uno es parte del mundo, de la sociedad y de la familia. Si la sociedad es violenta, es que uno lo es; las personas lo son. Esto es un desafío.



¿Cuál considerás que es el camino para abordar estos desafíos?
Creo que es desarrollar las propias virtudes y para ello es que existe el Dharma, que son las enseñanzas que nos muestran como desplegar esas cualidades positivas y esa paz interior.
¿Qué consejo podrías dar en ese sentido?
Deseo transmitir algo muy simple pero importante, hay que tratar de tener aunque sea cinco minutos en las 24 horas del día para parar, aquietarse y mirar hacia adentro de uno mismo. Estamos constantemente mirando hacia afuera, ocupándonos con cuestiones externas, no obstante, existe alguien dentro de uno mismo a quien casi no se le brinda atención.
 Entonces, parar cinco minutos, respirar, mirar hacia adentro y aquietar la mente, esto hace una gran diferencia en la manera de estar en el mundo, lo cual abre muchas puertas para ser una mejor persona. Puede ser difícil tener la constancia, pero es importante comprender que esto puede cambiar la vida.

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