Mito del cerebro creador.

Marino Pérez Álvarez es catedrático de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Oviedo. Conocido por su prolífica labor de divulgador, ha escrito, entre otros libros, La invención de los trastornos mentales o Volviendo a la normalidad: la invención del TDAH y del trastorno bipolarEn su libro El mito del cerebro creadorse posiciona en contra de la tendencia actual a reducir la conducta humana al cerebro y critica especialmente las corrientes que sitúan en el mismo la causa de actividades puramente humanas.
Su libro se titula El mito del cerebro creador, ¿a qué se debe ese título?
“El mito del cerebro creador” se refiere a que se atribuye al cerebro la causa y la creación de las actividades humanas, de las conductas de la gente… Actividades que hasta ahora se entendían como propias de la persona dentro de un contexto histórico y social. La atribución de todo ello al cerebro es lo que denomino “mito”, por ser una explicación que no se sostiene científicamente ni de ninguna manera.
Entonces, ¿no somos nuestro cerebro?
Sí y no. Desde luego el cerebro es constitutivo del cuerpo humano, de lo que somos… de hecho sin cerebro no habría ni vida. Pero el cerebro no es el causante de que los humanos seamos como somos, sino que es nuestra historia acumulada a lo largo de los siglos y los diversos contextos sociales en los que crecemos lo que hace que seamos así, en este momentoEl cerebro humano actual es exactamente igual desde hace veinte, treinta o incluso cuarenta mil años, según algunos autores. Y sin embargo, actividades como el lenguaje, la escritura, la geometría o la ciencia han aparecido cronológicamente después; actividades cuya causa se atribuye en muchas ocasiones y de forma engañosa al cerebro. Todas estas actividades, incluyendo el lenguaje y la escritura, tienen una historia social y colectiva, no generada por un cerebro, sino por individuos, que tienen un cerebro, sí, pero que viven en una sociedad, en un contexto, que tienen sus circunstancias y unas posibilidades de vida. Y son esos contextos los que han permitido que el propio cerebro evolucione. El cerebro no crea estas actividades, sino que las media, las permite. El cerebro es un órgano mediador, no causador, de las actividades humanas. El cerebro forma parte de un andamiaje (como se dice en términos evolutivos y psicológicos) histórico y cultural gracias al cual media las actividades humanas, pero no las crea. Por eso hablo del “mito del cerebro creador”; porque el cerebro no crea, sino que media y permite la existencia de las actividades que se le atribuyen, pero estas actividades son históricas y sociales, colectivas, antes que generadas por ningún cerebro.
Entrevista completa aquí, por Ines Abalo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Shisha Kanko: Mindfulness japonés

Reiki, fraude y placebo.

Contexto familiar y desarrollo cognitivo.